miércoles, 19 de septiembre de 2007

Eliot y las rosas

Hace mucho que no escribo: mejor es hacerlo cuando se tiene algo que decir. Mal dicho, siempre tenemos algo que decir, sólo que no encontramos la manera bella de decirlo. Bella en el sentido de este siglo, esto es bella para nosotros. Tuvimos muchos días de lluvia, esto debería haberme provocado a recapacitar, como los animales cuando deben estar confiscados a sus cuevas. Hoy salió el sol, es la señal de mejores tiempos interiores, que son los únicos que existen. Eliot les regala esta estrofa: "cenizas en la manga de un viejo/es todo lo que dejan las rosas quemadas".

Si esto no es hablar del tiempo, el tiempo, dónde está?

2 comentarios:

Joe Bartlett dijo...

Maria, adhiero con simpatìa retòrica a la propuesta genèrica de sus posteos, por sobre todo en lo que tiene que ver con las lecturas de Nestor Sanchez...
entrè aquì porque profeso fervientemente con el postulado bukowskiano en lo que se refiere a las resurrecciones personales como los mòviles autènticos del escribiente memorable....afectos, zè bartlett....

Taller Bukowski dijo...

Muchas gracias por tu comentario, ciertamente que los escritores y todo artista debe retomar las agonías personales como puente para llegar a una verdad más pura.